En el inicio, en la conformación del toreo como tal, se destacaron dos centros que dieron e hicieron trascendencia la ciudad de Ronda y la ciudad de Sevilla.
En los mataderos y rastros, la familia de los “Romero”, Francisco Romero (n.1695?), su hijo Juan Romero (n.1722) y la siguiente generación, José Romero, Pedro Romero (n.1754), Gaspar Romero y Antonio Romero.
Se hicieron valer con su afición al enfrentar toros y apoyados por los caballeros maestrantes de Ronda, se destacaron como toreros de a pie.
Pedro Romero, fue el mas destacado de esta familia de toreros, su concepción de la lidia era enfrentar al toro con dominio y sobriedad, preparándolo ex profeso para la muerte. Y la suerte de matar era cuerpo a cuerpo en “la suerte de recibir”. La escuela Rondeña.
En la ciudad de Sevilla, el torero, Joaquín Rodríguez “Costillares” (n.1746) y su alumno José Delgado “Pepehillo” (n.1754), ejecutaba el toreo con lucimiento y gracia al sortear las embestidas de los toros. Y realizaban la suerte de matar “al volapié”. La escuela Sevillana.
Recordemos, que el toreo tiene sus orígenes en la “Guerra de Ocho Siglos” entre moros y cristianos, y donde los ejércitos de caballería encontraron en el toro bravo la mejor forma de adiestrarse antes sus acometidas. Y desde entonces aparece el toreo a pie, que le llamaban “Chulo” por el uso del cuchillo, para apuntillar los toros, a la vez que con su capa ayudaban al caballero en su faena ante el toro.
Volviendo a las escuelas, del toreo, que se dieron en sus inicios, anotamos que aun la fecha se sigue catalogando a los toreros por ellas, es común decir que un torero muy sobrio y lidiador se llame “Rondeño” y un torero con alegría y donaire se le diga de escuela “Sevillana”.
Quizá con menos crédito histórico, pero con mayor trascendencia a nuestros tiempos, surge en Córdoba el torero Rafael Molina “Lagartijo” (n.1841) que imprime en su toreo destreza, gallardía, elegancia, un estilo refinado.
Armonía en los movimientos y en las suertes con una conjunción con las condiciones de embestida del toro, acercándose a una expresión artística. La llamada escuela “Cordobesa”.
Para México, de gran trascendencia pues la primera figura del toreo don Rodolfo Gaona (n.1888) fue enseñando, con la guía del toreo de “Lagartijo” y que al tiempo, llegara a esbozarse un toreo “a la mexicana”.
viernes, 26 de marzo de 2010
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