Nacido en 1908, en Texcoco y cuyo nombre real era Armando Pérez, el cual fue sustituido por Carmelo, para evita que la madre se enterara de sus andanzas taurinas, así la empresa colgaba en los carteles el nombre de Carmelo Pérez, “El torero que asusta”.
Después de renunciar a la alternativa en Puebla de manos de Cagancho en un mano a mano, se presenta en la plaza de toros el Toreo, alternado con Jesús Solórzano y Antonio Balderas con novillos de la ganadería Ajuluapan, Carmelo en su segundo hizo una faena que a pesar de los tres pinchazos la gente lo saco a hombros de la plaza. La empresa lo repitió el siguiente domingo y asi la campaña de Carmelo estuvo siempre de la mano del triunfo y de las cornadas, sufriendo una cornada el 19 de julio, que le dejo al descubierto el fémur, ese mismo año en noviembre de 1929 después de los triunfos Carmelo vuelve a tomar la alternativa de nuevo de manos de Joaquín Rodríguez “Cagancho” y de testigo Heriberto García, con toros de Piedras Negras.
Ya como matador de toros el drama se presentaría en diferentes momentos hasta que el 17 de noviembre el toro ”Michin” le propina 5 cornadas una de ellas dañando el pulmón derecho, teniéndole que dejarle una fistula. Reaparece en la plaza de toros “El Toreo” el 4 de enero de 1931 y torea 7 tardes en total.
Viajo a España, para actuar en la corrida de Corpus en Toledo, a lado de Manuel Jiménez “Chicuelo” y Domingo Ortega. Sin haber logrado redondear esa tarde en Toledo, de pronto Carmelo fallece debido a una bronconeumonía el 18 de octubre de 1931, su cuerpo fue enviado por vía marítima gracias al trabajo que la familia Bienvenida hizo para devolver el cuerpo a México, Silverio contaba con 17 años al momento del entierro de su hermano y fue ahí donde decidió ser torero.
jueves, 24 de junio de 2010
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