martes, 25 de mayo de 2010

CARMELO Y ESTEBAN.

CARMELO Y ESTEBAN, son dos toreros mexicanos que, entrelazaron sin saberlo, sus trágicas historias.
Esteban García, nacido en Nonoalco, Cd. de México, en 1905, de una familia humilde, inmersa en el medio taurino. Carmelo Pérez, de Texcoco, nacido en 1908, que se inicio en el toreo en el rastro de Tacubaya, y le apodaban “El Loco”, por valiente y arrogante y por su florido vocabulario. Debuta de novillero en 1927, toreando en Mixcoac, luego por Michoacán, Veracruz y Puebla, en donde destaca tanto que le otorgan la alternativa, que de inmediato renuncio buscando consolidarse en plazas de importancia; a inicio de 1929, torea por primera vez, con Esteban García, en la feria de Aguascalientes. Esteban García, era un joven serio, sencillo, torero de oficio y entrega y para entonces, un triunfador.
Se llega la temporada de 1929, en la Plaza El Toreo de la Condesa en la Cd de México, y se anuncia en la cuarta temporada a, Carmelo Pérez, “El Novillero que Asusta”, por su valor, alternando con Jesús Solórzano y Alberto Balderas, con toros d Ajulipan, Carmelo en su debut, decepciono y con el cierra plaza, cuando la afición abroncando al torero abandonaba la plaza, algo paso, que Carmelo, se puso a torear, estrujando al publico, que al terminar lo levanta en hombros, para llevarlo hasta a prensa, de ahí cuatro novilladas, con triunfos delirantes, una cornada de consideración detiene su continuidad, y dejar paso a la presentación en el Toreo de la Condesa, a Esteban García, que no dio tregua, triunfando con oreja y rabo, tarde tras tarde, la expectación era grande, y se anuncia una serie de tres novilladas en mano a mano, Esteban y Carmelo, y disputándose un premio de un anillo de diamante- Esteban mostro el oficio y Carmelo el drama, que fue cornado en la primera y tercera tarde, esteban demostró torería lidiando en dos ocasiones todo un encierro, sin embargo lo realizado por Carmelo, fue estrujante, que al final le otorgaron el reconocimiento y el premio.
La empresa del Toreo de la Condesa, anuncia en su temporada 1929-1930, la alternativa de Carmelo Pérez.
Y el 3 de noviembre de 1929, mientras Esteban García, agonizaba por motivos de una fuerte cornada, recibida en novillada nocturna de el día de muerto, en Morelia, Carmelo se doctoraba en el Toreo, de manos de Joaquín Rodríguez “Cagancho”, y en su segundo “Madrileño” de Piedras Negras, realiza una dramática faena, 16 muletazos sin moverse, se alza con un gran triunfo. Repite, para el 17 de noviembre de 1929, con toros de San Diego de los Padres, y ahí el toro “Michin”, cinco cornadas una de ellas mortal en los pulmones, el torero moría, los días pasaron en gravedad, la fortaleza y el carácter de Carmelo, lo mantienen, larga convalecencia, 180 días en el hospital, -el 11 de enero de 1931, en el Toreo de la Condesa, con una fistula en el pulmón, reaparece Carmelo Pérez.
La historia trágica, no queda en eso.

viernes, 7 de mayo de 2010

ARTICULO "GARZA GARCIA" 6 JULIO 1909.

Transcribimos integro el artículo titulado “En Garza García” y firmado por “Quico”. De este ejemplar de el día 6 de julio de 1909.
La tercera corrida de feria se verifico en esta villa el día de San Pedro. La tal corrida resulto muy “mala” y aburrida, saliendo descontento todo el público, especialmente los excursionistas de Monterrey, que pasamos molestias sin cuento para dejarnos tomar el pelo una vez mas por el vivo empresario. ¡Vaya unos novillos feos, flacos y mansos nos largo! Naturalmente que es imposible pedir reses de media casta siquiera en un pueblo como este, pero de eso a abusar descaradamente soltando bueyes de carreta, hay una diferencia enorme. La gente encargada de lidiar los toros, bien modesta por cierto, nada pudo hacer con semejantes animales, por lo cual no censuramos la labor de los banderilleros que fue mala en general. Solo aplaudimos la habilidad de Mantecón al poner un par al novillo que le ganaba terreno y que desde que inicio el viaje Emeterio, se le puso por delante. El joven Rodríguez, asi como “Valentín” con el modo sui generis que tiene de banderillear, casi abrazándose a los toros y el gallardo “Curro” con su terno verde y negro nada de provecho hicieron. Los picadores…muertos de risa, especialmente “Berrinches”, que tuvo no tuvo que hacer berrinche alguno con aquellos esqueletos cornudos. “Conejo” también se fue de rositas, recibiendo solamente un tumbo que le propino una de las liebres lidiadas. Fidel Díaz mato a su primero que se colaba por el lado izquierdo, de una estocada tendida y delanterilla, entrando bien, y un descabello al cuarto intento. La faena fue desacertada y muy sosa. A su segundo que tenía los pitones tan afilados como plátano guineo, y que llego en aceptables condiciones a sus manos, lo toreo desde cerca y con valentía, luciéndose en algunos pases y lo mato de un pinchazo en el lomo, quedándose el novillo, un bajonazo y media estocada buena, un poquitín tendida. Siempre que entro a herir sin jonjana y oyó por ello justos aplausos. A este lo banderilleo con medio par bueno, al cambio y uno abierto y desigual al cuarteo después de haber cambiado sin clavar, con valentía y deseos.
La entrada fue mucho mayor de la que merece la empresa y la tarde buena. Pocos minutos después de terminar la corrida se soltó un agucerito que se encargo de refrescar a los emberrinchados excursionistas ¡Si solamente le hubiera tocado a Paco Olvera!


Quico